Hacía tiempo que algo no me impresionaba tanto como visitar París estos días, posiblemente la ciudad más bonita que haya pisado en toda mi vida. Es difícil explicarlo con palabras, una auténtica orgía visual a donde quiera que se mirase, y no me refiero a un rincón o barrio concreto, sino a prácticamente TODA la ciudad. Desde pasear por sus calles hasta sentarse en cualquier cafetería a ver pasar gente o recorrerse su impresionante patrimonio monumental. Han sido pocos días, pero una delicia total de la que se podrían llenar folios, y que a buen seguro repetiré un día de éstos. De momento quiero tardar en despertar. Mil, mil gracias.
Mi
Hipstamatic y yo
ya somos inseparables.
Etiquetas: viajes
0 aprensiones:
Publicar un comentario